Uno de los elementos diferenciadores de Editorial Gunis es hace fuerte su principal vocación: dar máxima difusión a nuestros libros usando, a la par, la venta de derechos de nuestros autores de sus obras a otros idiomas y países. La mayoría de las editoriales españolas e internacionales solamente basan su política de venta de derechos de autor en una escueta pestaña que siempre titulan igual “Foreign Rights” ofreciendo únicamente un formulario de contacto para las posibles editoriales internacionales que puedan estar interesadas en un libro en concreto.
La crisis en el mundo editorial afectó de forma globalizada a las publicaciones generalistas, quedando indemne el sector infantil y juvenil que abarca en torno al 18% del mercado cuyo porcentaje se ha mantenido en estas cifras. En general, el público lector se corta más a la hora de comprar un libro generalista que los libros dirigidos a niños.
Cualquier persona que haya creado una obra debe saber que tiene a su favor los llamados derechos de autor, que son unas normas jurídicas que recogen la protección de las obras de naturaleza creativa. Estas, a través de los derechos de autor, se protegen de cualquier plagio o robo a las obras literarias y cualquier forma de expresión artística. Todas nuestras obras y manuscritos son registrados a nombres del autor a través de la oficina de “Registro Territorial de la Propiedad Intelectual” de la provincia a donde pertenezca el autor y todos nuestros autores son dados de alta como socios en “CEDRO”.
CEDRO es el Centro Español de Derechos Reprográficos. Verás en la práctica totalidad de los libros editados en España en su página de créditos una referencia a la prohibición de reproducir cualquier parte de la obra. Y en el caso de estar interesado en fotocopiar o escanear algún fragmente, han de dirigirse a CEDRO.
CEDRO defiende y gestiona de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual que se derivan de la utilización secundaria (reproducción, distribución, comunicación pública y transformación) de las publicaciones de sus asociados, normalmente editores o escritores.
Y hoy por hoy es el único ente autorizado por el Ministerio de Cultura para llevar a cabo esta actividad.
Además, CEDRO paga directamente a los autores y editores las cantidades que les corresponden por la utilización secundaria de sus obras, como por ejemplo la posible copia privada de la misma, del uso de un fragmento con un fin no-lucrativo, el préstamo bibliotecario y cualquier otra fórmula de cesión que pueda existir.
Usan datos relevantes de ranking de ventas, de tiradas por parte de los editores, la adquisición por parte de bibliotecas y un porcentaje del tributo que pagan las empresas de reprografía por las fotocopias que hacen No deja de ser a la postre una fórmula matemática aplicada porque parte de la información.
Por tanto, cualquier persona que desee comprar los derechos de autor de una obra protegida ha de seguir obligatoriamente una serie de pasos que pasan inexorablemente por la protección intelectual de la obra, de la que nos encargamos nosotros como Editorial y dar la autoría a quien corresponde: nuestros autores.